Guitarras acústicas especialmente artesanales, ecológicas y que, simplemente, suenan grandes.
Alemania a mediados de los años ochenta era un país con más tradición de guitarras clásicas. Los modelos de cuerda de acero se fabricaban sobre todo en los EE. UU. O quizás modelos similares en Japón.
La aventura de Lakewood comenzó en la primavera de 1986. Con 28 años Martin Seeliger estaba tratando de encontrar su nicho como luthier independiente. Debido a sus preferencias musicales, pasó de la construcción de guitarras clásicas de cuerdas de nylon a construir guitarras acústicas de cuerdas de metal. En aquel entonces, cuando buscaba un nombre para sus nuevas guitarras, su dedo se detuvo en el mapa en un pueblo pequeño, Lakewood, en el lago Erie, en Estados Unidos. Así fue como desde ese momento Lakewood se convirtió en la primera gran marca de guitarras acústicas en Alemania, construyendo más de 20 000 guitarras que podrían contar muchas historias y que se han convertido en parte de muchas vidas completamente diferentes.
¿Puede luthier reconciliarse con la ecología?
El origen griego de la palabra ecología es realmente la ciencia del hogar. Para ello Lakewood pone esta prioridad en el ojo del huracán en todo lo que se refiere a su casa de guitarras, aplicando en su empresa un modelo ecológico que va desde la formación de sus empleados, las maderas a utilizar e incluso la energía usada.
Empezando por la formación de sus empleados, ese es su activo más valioso y la esencia de cada una de sus guitarras. Comprometidos con el bienestar de cada empleado y esforzándose por establecer relaciones a largo plazo con todos ellos. Incluso todos ellos viven en las cercanías de la compañía y tienen amistades y familia allí.
Por supuesto, Las maderas son el alma de las guitarras acústicasLakewood. Esta compañía sólo compra madera que lleve un certificado de origen de proveedores que reforestan y manejan madera sostenible. También la belleza natural de la propia madera es importante para esta compañía, han sabido convertir lo que podría considerarse un “defecto”, debido a que pueda sobresalir tonalmente, en una expresión natural del propio material.
La integración de aspectos ecológicos en la construcción de estas guitarras es un compromiso diario y también una filosofía que está presente incluso en el tema energético. Comprometidos con el uso bien planificado y respetuoso de las fuentes de energía primaria.
La artesanía y el buen hacer como bandera
En nuestra tienda estamos acostumbrados por suerte a manejar guitarras acústicas Lakewood, y lo que sin duda sientes en cuanto cae en tu mano una de ellas es que no estás ante una guitarra de fábrica cualquiera y que no es un instrumento de esos caros que no sabes porqué cuestan tanto.
Las tapas triple AAA, las características de sus maderas totalmente macizas, aportan un precioso sonido, nítido y preciso, compensado y con un tacto difícil de igualar. La sutileza de los barnices empleados en muchos de sus modelos rematan la faena, configurando un instrumento cuya respuesta te sorprenderá con creces.
Si algo no me convence de una guitarra clásica o acústica es la rigidez en cuanto al tacto y la compresión con respecto al volumen y la dinámica del instrumento. Me gustan las guitarras acústicas que dan buena sensación dinámica, que parece que sus maderas se mueven y puedes conseguir matices infinitos, Lakewood es la marca que mejor consigue estas características, además por un precio más que razonable.
Entiendo el motivo por el cual se habla tanto de los coches alemanes, la verdad es que el diseño y la ergonomía en este País es difícilmente cuestionable , pero más debería hablarse de estas increíbles guitarras «made in Germany«.
Como dice nuestro luthier, simplemente, suenan grandes!
Auf Wiedersehen!
Óscar
Ardemadrid