En las década de los 70, época de la aún antigua Checoslovaquia socialista, era realmente difícil y costoso adquirir un instrumento extranjero. De esta necesidad y de la habilidad con los metales de Franktisek Furch (metalúrgico de día y músico de noche), surgió la idea de realizar su primer instrumento propio, concretamente un banjo, muy solicitado en la época. Este tipo de instrumento obtuvo muy buena acogida entre sus allegados y pronto comenzaron nuevos encargos.
Teniendo en cuenta el contexto de un país inmerso en un régimen que prohibía cualquier actividad empresarial privada, Furch desafío al sistema abriendo en 1981 su primer taller, concretamente en el garaje de su casa. A finales de los 80, con el colapso del comunismo checo, Furch pudo trasladar su taller a un local más adecuado y contratar incluso a su primer empleado. Unos años después, contando ya con decenas de trabajadores, la marca comenzó a desarrollarse en otros países, ofreciendo respuestas a las nuevas necesidades de la música de finales de siglo XX.
Decidieron construir guitarras acústicas de maderas sólidas, ofreciendo tres formas básicas de cuerpo: dreadnought, jumbo y super jumbo. Completaron el catálogo con el modelo Silueton Drive, una guitarra vanguardista de escenario con un cuerpo redondeado de doble corte y una combinación intercambiable de humbucker y una pastilla piezo debajo del puente.
En 1999 Furch abrió su propia tienda al público y siguió ampliando modelos, lanzó nuevas líneas de guitarras para el nuevo siglo: la serie Millennium, que ofrecía un aspecto moderno y fresco, y la serie Vintage, que elaboró sobre el diseño tradicional. Incluso trabajaron en un prototipo de guitarra infantil, la “Little Jane”, que fue completamente rediseñada en 2010, y ahora presenta un cuerpo de viaje plegable único que se puede desmontar y volver a montar rápidamente sin herramientas, mientras el instrumento se mantiene afinado.
Ya en el siglo XXI, la marca creció hasta el punto de incluir entre sus filas un equipo de investigación sobre construcción de guitarras y el uso de la madera. Este trabajo ha dado lugar a varias tecnologías únicas que mejoraron aún más el diseño y el sonido, hoy en día las guitarras Furch se encuentran entre los mejores instrumentos musicales del mundo.
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Actualmente cuentan con 10 series de guitarras acústicas Furch, nosotros nos centraremos en dos de ellas, la serie Índigo y la Violet. En estas series encontramos modelos con un rango de precios entre 700 y 900 euros, una especie de vacío dentro del mundo de las acústicas donde no es fácil conseguir una guitarra con una buena relación calidad precio en esta gama media.
Furch Serie Violet
Por un lado la serie VIOLET son guitarras que no llegan a los 700 euros, como la Violet SY. Están hechas de abeto Sitka de alta calidad y caoba. Esta combinación de maderas tiene una apariencia luminosa y delicada y produce un sonido fuerte y equilibrado. La naturaleza superior de estas Furch VIOLET SY se ve subrayada por el hecho de que la caja de resonancia se ajusta mediante el proceso de sonorización, que mejora las propiedades tonales de la guitarra al nivel más alto. Gracias a eso tienen un sonido cristalino, claro, armónicamente rico, equilibrado y altamente dinámico en todo el espectro tonal.
Además cuentan con el acabado de poros abiertos, un acabado fino especial que promueve las cualidades sonoras naturales de las maderas y proporciona un excelente nivel de protección de la superficie. Este acabado acentúa los graves y produce un sonido especialmente cálido y natural. El diapasón está hecho de ébano de alta calidad y cuenta con trastes pulidos con la lengüeta oculta, lo que proporciona una gran comodidad al tacto.
Furch Serie Indigo
Por un poco más, rondando los 800 euros, encontramos la serie Indigo.
Las guitarras acústicas Furch Indigo están realizadas en cedro rojo americano de alta calidad y caoba, creando una combinación de maderas de aspecto delicado y que produce un sonido especialmente nítido. Este diseño tiene un gran efecto en la resonancia de la guitarra y se traduce en un sonido fuerte y dinámico. Además, igual que el modelo anterior, cuenta con el acabado de poros abiertos, que como comentábamos en la serie Violet, supone tantas ventajas en cuanto a naturalidad de sonido se refiere, aparte de la belleza que aporta al instrumento.
Lo mismo ocurre con la construcción y el diseño de la caja de resonancia. Como explicábamos, todo el trabajo de investigación realizado durante estos años por el equipo Furch, consigue un resultado realmente especial, una marca que no se limita a la mera construcción que dicta el mercado por exigencias del guión.
Poner el acento en la tecnología y la investigación sin olvidarse nunca de la artesanía y la tradición ha sido definitivamente un acierto de esta pequeña GRAN marca.
Óscar. Ardemadrid